sábado, 7 de febrero de 2015

Educación Musical.

La música es un elemento fundamental para el desarrollo emocional y artístico del ser humano. Aunque de forma secundaria active destrezas; en sí misma, la música tiene su propia finalidad estética y artística: de escucha, interiorización, interpretación, creación, recreación, etc.

Nos ayuda a empatizar y a sentirnos cobijados y comprendidos en ciertos momentos, influye en nuestro estado de ánimo e incluso actúa como factor socializador (ej.: tribus urbanas) y como activador de recuerdos.





Además, como ocurre con muchas otras artes, escuchamos en una misma canción o melodía cosas distintas según qué sintamos y quiénes seamos; la canción es la misma, pero nosotros vamos cambiando.


La música debe de ser educada, al igual que lo son las lenguas o las matemáticas ya que todos poseemos capacidad de entenderla y de aprender musicalmente, aunque no vayamos a ser músicos. De la misma manera que se enseña a todos los niños a escribir aunque no vayan a ser escritores.


La música es importante en la infancia ya que ayuda a crear un pensamiento divergente, y la exposición al sentido estético y artístico es beneficiosa para los niños ya que ayuda a comprender mejor el mundo y a comprenderse a sí mismos, desarrollando su personalidad.

Aumenta la creatividad y la inteligencia emocional, además de otras muchas destrezas cognitivas. Sirve también para motivar al niño a adquirir rutinas y hábitos ya que en la primera infancia podemos hacerla servir como referente espacio-temporal para que asocien canciones con momentos del día o actividades a realizar.


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